Durante el recorrido, pasaremos por debajo del puente de Las Coloradas para llegar a los yacimientos sal, donde se puede observar los diferentes cuerpos de agua utilizada para este proceso; algunos de un llamativo color rosa. A continuación, podremos gozar de un baño maya, el cual consiste en cubrirse el cuerpo con una arcilla llena de nutrientes. Después iremos a una playa virgen a enjuagar el barro en sus cristalinas aguas. Antes de abordar el autobús visitaremos un ojo de agua, rodeado por impresionantes manglares de hasta 25 metros de altura y auténticos cocodrilos de la región. De regreso haremos la última parada para conocer uno de los impresionantes cenotes de la zona, situado dentro de un rancho ganadero. En este lugar típico de la Ruta del Flamenco, podremos nadar y relajarnos para culminar un día inolvidable de intensa aventura.